lunes, 24 de noviembre de 2008

Tuba Compuesta



CIUDAD DIGITAL


Si bien es perfectamente plausible el esfuerzo que el H. Ayuntamiento de Manzanillo hace para ofrecer a la población internet gratuito a través de servidores habilitados ex profeso para esta función, no lo es que se descuide el ancho de banda ofrecido. Los ciudadanos de Manzanillo recibieron con beneplácito la noticia de que en la plaza principal del puerto podrían acceder a la gran red de manera gratuita, y navegar libremente por el mundo ciberespacial. Pero poco les duró el gusto a los manzanillenses cuando se dieron cuenta que el sistema ofrecido por el Ayuntamiento porteño a través de su “Ciudad Digital” era un fiasco. Los intentos de los usuarios por realizar una sesión más o menos aceptable a través del servidor municipal, se van al caño cuando se topan con el ridículo ancho de banda ofrecido. El simple hecho de abrir el correo y consultar los mails, es tortuoso y excesivamente desesperante, y no se diga si se intenta descargar un archivo adjunto con una longitud mínima, digamos de 200 k; el proceso le puede llevar mas de 10 minutos; siempre y cuando tenga la fortuna de que el servidor no lo desconecte antes en virtud de que lograr una conexión continua de más de 10 minutos a través de Ciudad digital está en chino. Repetimos, es loable que el Ayuntamiento ofrezca gratuitamente un servicio tan importante para la sociedad, pero cómo mínimo, por respeto a sus usuarios debería considerar un ancho de banda adecuado.

¿KIOSKO TE CONVIENE?

Con desagradable sorpresa nos damos cuenta de que el servicio de recargas para celulares que se ofrece en puntos de venta como Kiosko es un riesgo para la población. ¿Un riesgo? Se preguntará el amable lector, e incluso pensará, “Pos que trae este guey”. Vamos a aclarar este riesgo latente. Primeramente me permito comentar que me refiero a las tiendas Kiosko porque es el lugar donde al menos tres veces y en diferentes ubicaciones he sido testigo de los hechos, narraré para ustedes -como argumento- uno de ellos. Estando en la caja para pagar mi chesko, llegó una joven a recargar un teléfono de la empresa Telcel por una suma de 100 pesos. El dependiente amablemente le solicitó a la joven su número de teléfono para proceder a la recarga, la muchacha a viva voz dio su número 312 34xxxx, acto seguido el dependiente repitió en voz alta el número de la joven y se lo pidió de nuevo, y ella otra vez lo repitió, pagó y se retiró a bordo de un automóvil de lujo de modelo reciente. Para esto, la fila de la caja superaba las 7 personas, personas desconocidas para el dependiente, para la chica y para mi, personas que no teníamos porque jijos de la chifosca enterarnos del número telefónico de la joven, del auto que manejaba y de las placas del mismo. Aquí es donde estamos en riesgo, publicar como merolicos estos datos, es ofrecer a los malandrines una mina de oro. Pensemos como maleantes: Tenemos el número telefónico de una joven al parecer de buena posición social, tenemos los datos de su vehículo, color, modelo, marca, placas y finalmente la descripción física de la chica. Con estos datos muy fácilmente podríamos realizar muchas acciones dañinas para la joven. Acoso, extorción, secuestro y chantaje entre muchas otras cosas. Creo que el sistema de captación de datos debería ser privado, tan fácil como pasar un papel y bolígrafo al consumidor para que este escriba su número. Tuba libre hace un llamado a todos los prestadores de este servicio para que aleccionen a sus empleados en este sentido, créame que los usuarios se lo agradecerán. Pero finalmente si usted es consumidor de recargas de celular, nunca, nunca de su teléfono al recargas, hágase una tarjetita con el número, tarjetita que puede llevar cómodamente en su cartera o bolso, créame que usted mismo se lo agradecerá.

ALEJANDRO OROZCO ÁLVAREZ

Un agradecimiento especial al Ing. Alejandro Orozco Álvarez, asiduo lector de Tuba Libre, además de espontáneo y prolijo colaborador del Blog de feraluj. Alejandro ha levantado ampolla con sus ensayos sobre temas históricos, empezó con uno sobre la independencia de México y la injerencia que el clero tuvo sobre ella. Un ensayo vitoreado y rechazado, polémico. Ahora nos regala la primera parte de otro ensayo, -un trabajo que no está demás decirlo, le causó muchos desvelos y dolores de cabeza- “Historia no oficial de la Revolución Mexicana”. Le recomendamos ampliamente recetarse esta primera parte, no quedará decepcionado, pero quizá si molesto o contento, todo depende del color del cristal con que lo lea. Puede leer esta publicación aquí mismo en el blog de feraluj o si lo prefiere desde la web editorial www.tucolumna.com
Este artículo se publicó en los periódicos Ecos de la Costa y Correo de Manzanillo, en las webs, Tuba Libre, Tu columna.com y Manzanillo.tv, de Colima, Colima, México.

Ahíla.