lunes, 9 de junio de 2008

SUBAMOS AL BÓLIDO TECNOLÓGICO



Buscando por algunos sitios de Internet, tuvimos la oportunidad de conocer un poco mejor la postura del candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Barack Obama, con respecto a la interacción de la ciudadanía con el gobierno a través de las nuevas tecnologías. Por parecernos un tema muy interesante y de posibles repercusiones a nivel mundial, nos permitimos reproducir textualmente un resumen de esta postura señalada en ocho puntos torales. Cabe destacar que Obama buscó el apoyo del creador de CREATIVE COMMONS, Laurence Lessig, para desarrollar esta postura.

1.- Hacer accesibles los datos gubernamentales a todo el mundo en un formato estándar.

2.- Establecer programas piloto para ensayar formas de participación de los públicos en la toma de decisiones gubernamentales.

3.- Exigir a los organismos y agencias públicas que las reuniones y deliberaciones de sus distintos comités o comisiones sean públicos y accesibles por la red.

4.- Restaurar el principio básico de que las decisiones del gobierno se basen en la mejor información científica disponible y no en cualquier otra consideración ideológica de los funcionarios.

5.- Suprimir la práctica que impide a los ciudadanos controlar los gastos, contratos, ayudas o contactos con cualquier lobby, ya sea a través de las web oficiales, ya lo sea mediante buscadores o de cualquier otra herramienta.

6.- Ofrecer la posibilidad a todos los ciudadanos de que durante cinco días puedan comentar o criticar en la web de la Casa Blanca cualquier ley no urgente antes de su aprobación definitiva.

7.- Traer la democracia deliberativa directa al Gabinete exigiendo encuentros on-line para responder y discutir cualquier asunto antes de que esté resuelto.

8.- Utilizar las nuevas tecnologías, incluyendo blogs, wikis y redes sociales, para modernizar las políticas de comunicación entre las agencias o con el público, y así mejorar el proceso de toma de decisiones."

Este resumen nos muestra un Barack Obama preocupado por temas importantes para la vida democrática de los Estados Unidos: el transparentar los datos gubernamentales para ser accesados desde la red por los ciudadanos norteamericanos –y del resto del mundo- en un formato estándar; buscar formas de participación ciudadana a través de la internet, conectados online con el gobierno para que los ciudadanos puedan opinar en la toma de decisiones –una especie de ciber-referendums-; ofrecer a los ciudadanos los cinco días previos a la aprobación de leyes no urgentes, la posibilidad de criticarlas o comentarlas; discutir on-line con el gabinete decisiones trascendentales para el país antes de su resolución; e incentivar la utilización de redes sociales, blogs y wikis, para establecer una mejor y de más calidad comunicación gobierno-sociedad, para una toma de decisiones más oportuna; nos remiten independientemente de que Barack sea presidente o no y de que aplique estas promesas de campaña o no, a la importante trascendencia que las nuevas tecnologías están adquiriendo en el mundo globalizado. La tendencia es irreversible y es un hecho. La internet se convertirá tarde que temprano en el sistema de comunicación social, interinstitucional, civil, político, científico y comercial más importante durante al menos las siguientes cinco décadas. En México -aunque un poco tarde para mi gusto-, nos estamos subiendo tímidamente al bólido de las nuevas tecnologías; no obstante, las manifestaciones sociales a través de este medio florecen y se multiplican. Creo que es momento de que los empresarios de todos tamaños, sabores y colores, las clases políticas y sociales en su extensa mayoría volteen a ver con más seriedad las enormes oportunidades que la gran red ofrece para sus usuarios más avezados. No perder el tiempo en esta carrera por el éxito cibernáutico es asegurarse una mejor participación en este tan peleado pastelote, un pastel que por cierto es infinito, ya que tiene tantas y tan gruesas rebanadas como usuarios pueda haber, sin importar la voracidad de los mismos. Todo es cuestión de tiempo y de fajarse, de perder el miedo y aventurarse por un camino poco sinuoso y que sea cual fuere la intensión, le llevará a un éxito seguro.

Este artículo se publicó el 8 de junio de 2008, en el periódico Ecos de la Costa de Colima, México.

Ahí’la.