Había una vez un hermoso y mamado príncipe,
que le preguntó a la bella princesa :
Mamacita ¿Te quieres casar conmigo?
que le preguntó a la bella princesa :
Mamacita ¿Te quieres casar conmigo?
Y ella le respondió tajantemente: ...¡NO, CABRóN !!!
Y el príncipe vivió feliz por muchos años yendo a pescar, a cazar y al bar todos los días con sus amigos y tomaba mucha cerveza, vino y de todo, se ponía hasta la madre de copas, chelas, y de todo, cuantas veces quería, jugaba golf y comía caviar porque le alcanzaba la lana para eso y mucho más, dejaba la ropa tirada en la silla del comedor y cogía con mujeres de la noche, vecinas, amigas y la que se le pusiera en la mira. No tenía que competir con vecinos, cuñados y amigos por el mejor coche, el mejor lugar de vacaciones, etc......Y se tiraba pedos a diestra y siniestra, meaba salpicando la tapa del baño con la puerta abierta y encuerado, cagaba leyendo sin límite de tiempo y cantaba eructando y se rascaba los huevos a gusto, viendo fútbol, peleas y pornos todo el fin de semana...
¨¡Y nadie lo estaba chingue, chingue y chingue como solo una mujer sabe chingar y chingar y chingar y chingar y chingar ... y pedir lana !!!!
¡FIN...!
¿No es hermoso ?
¡FIN...!
¿No es hermoso ?
